Desde 1867, el gobierno peruano construye canales, pozos y túneles en la cuenca alta del Mauri, un río internacional de curso sucesivo que ingresa a Bolivia por la Provincia José Manuel Pando del departamento de La Paz y que desemboca en el río Desaguadero.
En 1921, el gobierno boliviano objetó el desvío unilateral de los caudales del Mauri, alegando que la utilización de un río de curso sucesivo no debía perjudicar a los propietarios del curso inferior.
En 1962, la Cancillería boliviana reiteró al gobierno peruano que el uso de un río compartido no debe perjudicar a los vecinos, y enfatizó que el caudal de un río internacional no debe ser alterado trasladando aguas de la cuenca geográfica usufructuaria y acreedora natural hacia otra cuenca geográfica diferente.
A pesar de las objeciones de Bolivia, el país vecino continuó desviando las aguas que son de vital importancia para miles de agricultores y pastores bolivianos.
De la cuenca del Mauri y sus afluentes dependen hábitats acuáticos, acuíferos, bofedales y el lago Poopó, el cuerpo de agua más importante del Altiplano central declarado sitio RAMSAR.
Se estima que el trasvase de ríos y la perforación de pozos en territorio peruano habrían secado grandes extensiones de bofedales en Bolivia, en tanto que el desvío del río en Kovire aumentó considerablemente la contaminación de aguas con boro y arsénico.
Las nuevas obras que se construirían en territorio peruano podrían reducir el cauce del Mauri entre un 26% y 77%, además de mermar los caudales de otros ríos compartidos como el Caño, Caquena y Ancomarca, entre otros.
Las consecuencias directas son disminución de la humedad y fertilidad de suelos; menor producción y calidad de alimentos y forrajes; y mayor concentración de sales, boro y arsénico en las aguas del Mauri.
No se descartan problemas de toxicidad y enfermedades humanas y animales debido a la acumulación de arsénico, boro, antimonio, plomo, sales y otros tóxicos en suelos, organismos acuáticos, forrajes y alimentos.
Preocupación en Bolivia
"Hay preocupación del gobierno (por) algunos desvíos que estaría realizando Perú y que estarían poniendo en riesgo de desaparición al Desaguadero y al Poopó. Alertamos sobre los efectos devastadores y hacemos un llamado de que no pueden hacer estos desvíos de forma arbitraria", reclamó este jueves el canciller David Choquehuanca.
La Cancillería boliviana pidió explicaciones en marzo de este año, pero el país vecino aún no ha respondido.
Según principios fundamentales del derecho consuetudinario internacional, Perú tiene todo el derecho de aprovechar las aguas del Mauri; pero al mismo tiempo es responsable de velar porque las actividades que realice en su jurisdicción no causen daños al medio ambiente de otros Estados.
En pos de la "equidad", otro principio básico para dirimir controversias de orden jurídico entre Estados, Perú debiera aprovechar como máximo el 50 por ciento de las aguas del río Mauri y garantizar un caudal que cubra las necesidades de Bolivia.
Fuente: Bolpress
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